Conservación preventiva

En función del bien a prevenir, establecemos un método de trabajo con el fin de impedir o minimizar el deterioro, que controle los perjuicios que puedan afectar a la pieza

Conservación curativa

De manera directa o activa, aplicamos todas aquellas acciones sobre el bien a tratar, con el objetivo de detener o ralentizar los procesos que puedan dañarlo

 

Nuestros criterios de trabajo

La conservación y restauración de bienes culturales requiere la aplicación de criterios rigurosos que equilibren la preservación de la autenticidad y la integridad de las obras con la necesidad de asegurar su supervivencia a lo largo del tiempo. Además, se debe considerar el contexto cultural, social y estético de la obra, garantizando que las acciones de conservación respeten la autenticidad y el significado original.

En resumen, los criterios de trabajo en la conservación y restauración de bienes culturales deben ser multidisciplinares y sensibles a la diversidad cultural, con el objetivo final de preservar y transmitir el patrimonio a las generaciones futuras.

Discernibilidad

Cada intervención tiene que ser reconocible, diferenciar el material (no falsificación).

Toda intervención llevada a cabo sobre un bien cultural tiene que diferenciarse en técnica o material del original.

Reversibilidad

Cada material tiene que ser desmontable en cualquier momento, sin dañar los materiales ya existentes.

Es necesaria la posibilidad de eliminar las intervenciones efectuadas.

Compatibilidad

Los materiales deben ser elegidos pensando que deben juntarse con el material original.

El material utilizado debe tener unas características similares al original para así no crear problemas en el futuro.

Mínima actuación

La intervención del restauro tiene que ser conmensurado con las necesidades de cada obra de arte.

El respeto por el original y el autor es esencial, por ello se debe actuar solo en las ocasiones necesarias.